El MGAP confirmó este viernes un nuevo brote de gripe aviar en el país, con la muerte de 70 gallinas y otras aves de traspatio en un establecimiento rural de la localidad de San Gregorio de Polanco en Tacuarembó. La noticia ha generado preocupación entre la población debido al riesgo de contagio y propagación del virus.

La gripe aviar es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a aves de corral y silvestres, y se propaga principalmente a través del contacto directo con aves enfermas o sus secreciones. El virus puede sobrevivir durante semanas en las heces y secreciones de las aves infectadas, y también puede transmitirse a través de objetos contaminados, como jaulas, herramientas y ropa.

El MGAP ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir la propagación de la enfermedad, incluyendo el aislamiento de las aves enfermas y el aumento de las medidas de bioseguridad en las granjas. Sin embargo, muchos expertos temen que estas medidas no sean suficientes para contener la propagación del virus, especialmente en un país donde la avicultura es una actividad económica importante.

Además, la suspensión de ferias, remates, exposiciones y eventos vinculados a la especie aviar afectará a muchos productores, que verán disminuir sus ingresos y tendrán dificultades para mantener sus negocios a flote.

Aunque la gripe aviar es una enfermedad que afecta principalmente a las aves, también puede ser transmitida a los seres humanos. El riesgo de contagio es mayor en personas que trabajan en estrecho contacto con aves infectadas, como los trabajadores de granjas avícolas.

Los síntomas de la gripe aviar en humanos incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, dolor muscular y fatiga. En algunos casos, la enfermedad puede ser grave y puede llevar a complicaciones como la neumonía y la falla multiorgánica. La tasa de mortalidad por la gripe aviar en los seres humanos es del 60%, pero es importante señalar que la mayoría de los casos se han producido en países donde la atención médica es limitada.